26/11/13

Lo bueno

A principio de año pasé una mala racha. Las horas se hacían eternas y los domingos a la tarde la semana se me antojaba muy cuesta arriba. Un sitio donde me divertía, me reía y disfrutaba se convirtió en un lugar al que la mera idea de ir me agobiaba. Cuando salí, no podía más que recordar lo malo, pero tenía la certeza de lo que bueno acabaría ganando la partida. Como decía una canción, lo bueno queda y lo demás se irá. 

Ha pasado más de medio año y, a pesar de que siguen llegándome noticias que me recuerdan todo lo malo vivido (porque el tiempo siempre pone a cada uno en su lugar; las mentiras tienen las patas muy cortas y el que hace el mal una vez lo hace muchas veces más), yo ya sólo puedo recordar esa larga etapa con una gran sonrisa. Quizás sea la proximidad en el tiempo pero tengo la sensación de que es, además, una de las sonrisas más grandes que soy capaz de dibujar. El mérito es de la gente, sin duda. Las risas -que fueron muchísimas-, la complicidad, el talento y todo lo aprendido.

Lo bueno es que todo eso puede seguir en el tiempo. Facebook, Whatsapp y todo lo demás nos lo ponen más fácil pero en el fondo hay algo que no ha cambiado con las nuevas tecnologías: Los amigos no lo siguen siendo si no te esfuerzas. Más allá de un 'me gusta' en una foto o un mensaje de felicitación de cumpleaños está el interés por querer que esa gente se quede en tu vida. Nunca puedes quedarte a todos pero sí a los más importantes.

Y así, aquellas cuatro paredes no secuestraron la diversión. Las risas siguen al aire libre. Esperemos que por siempre. Lo bueno siempre acaba quedándose.

19/11/13

Momentos de película

Por culpa del cine soñamos con el príncipe azul, creemos en la justicia divina, añoramos el trabajo ideal, buscamos un verano de ensueño y esperamos una vida irreal en la que el trabajo, el esfuerzo, la valentía, la honestidad y la sinceridad son recompensadas. El celuloide tiene la culpa de muchas de nuestras decepciones. Tú te ves en tus 20 metros cuadrados, contando los céntimos para llegar a fin de mes, asqueado por ese compañero trepa del trabajo y lo más romántico que aspiras es lavar los platos juntos y, claro, sientes que estás desperdiciando tu vida. Y te imaginas cómo sería vivir la vida de la protagonista de la película que viste el día anterior. Aunque el cine, ya lo dije, no sea mi fuerte, confieso que me gustaría meterme en la piel de esas escenas recurrentes que no tienen cabida en mi vida real. Como por ejemplo...

¡Y yo con estos pelos!
Imagínate que has quedado y te vienen a buscar en un descapotable. El plan no puede ser mejor: un paseo en un coche espectacular, el sol alumbrando en un cielo asquerosamente azul y una carretera interminable. Y tú, para meterte en el papel, te recoges el pelo muy estilosamente con un precioso pañuelo. O te colocas un sombrero de paja; yo qué sé. Todo muy cool, sí. Pero entonces aparcáis en un restaurante, en un hotel, o donde Cristo perdió la sandalia; para continuar con el plan ideal. Y tú, ¡con esos pelos! ¡IMAGÍNATELO! Que levante la mano la que en la vida real pediría que cerraran la capota por aquello de los pelos... 
Thelma y Louise
Thelma y Louise. 
La lluvia es romántica
Qué típica escena peliculera esa en la que el chico o chica de turno espera a su enamorado debajo de su casa, le grita para que se asome y mientras diluvia ella o él sale corriendo a la calle para darle un beso eterno mientras les cae un aguacero que ríete tú del que le cayó a Noé. Lo más lógico es que le dijera: "¡Pero qué haces ahí, alma de cántaro! Sube ya mismo que te estás calando". Y antes de dejarle entrar le daría una toalla, le haría descalzarse y le haría pasar directo al baño a secarse. Que el amor tiene que ser romántico pero también práctico, oye. Aunque por una vez no estaría mal dejarse perder así en el Mundo aunque te estés calado hasta la ropa interior... (Si va a resultar que al final soy una romántica)
Desayuno con diamantes
Desayuno con diamantes.
¡A comer!
Esto sí que me supera. Que sí, que los actores tienen el vaso vacío, o lleno de agua o cualquier otra bebida sin gas y cafeína en vez de café o cocacola. Que el bollo sólo lo mordisquean un poquito y para la siguiente toma mordisquean otro trocito de un bollo nuevo. Pero a mí ¡me dan tanta hambre! Quiero comer sin medida como en las películas y en las series. Comida china, hamburguesas, pizzas, etc. Por un día quiero que me sirvan un desayuno de Hollywood, con esas mesas tan repletas de manjares, tomar tanta cafeína en take away sin preocupación y alimentarme el resto del día con comida basuras. ¡Eso sí, con sus cuerpazos!
Come, reza, ama
Come, reza, ama.

Seguro que hay muchas más escenas cinematograficas recurrentes que nos gustaría recrear. Yo tengo claro que si algo malo me va a pasar, quiero que el karma me avise con música de tensión. Así puedo prepararme, ¿verdad? ¿Qué momento querríais protagonizar vosotros?

7/11/13

Con sabor a fútbol

Después de París le llegó el turno a Manchester. El motivo de la visita a la ciudad inglesa era puramente  'futbolero'

Manchester me pareció una ciudad estéticamente hostil. Sobrecargada de ladrillos y con zonas abandonadas en pleno centro. Liverpool nos ofreció una mejor cara: la zona de Albert Dock es muy bonita para pasear y el turismo 'Beatles' le añade atractivo, aunque confieso que el resto de la ciudad nos transmitió aún más sensación de abandono que Manchester.

Dos ciudades industriales que basan gran parte de su atractivo en el fútbol. A ello fuimos y encantadas volvimos. En Manchester por poder disfrutar y ver a nuestro equipo un escenario como Old Trafford, a pesar del resultado. En Liverpool realizamos la visita guiada a Anfield y, qué decir... ¡la piel de gallina incluso con el estadio vacío! Un lugar donde me reenamoré del fútbol en las gradas.

Os dejo algunas fotos, la mayoría hechas con el móvil...

Oyster Bar, Manchester
Pintas en el Oyster Bar, en Manchester. 
Old Trafford, Manchester
En el interior de Old Trafford.
Estadio de Anfield.
This is Anfield. Visita guiada por el estadio del Liverpool. 
Estadio de Anfield.
A pie de campo en Anfield. Visita guiada por el estadio del Liverpool.
St Luke's Church, Liverpool
Ruinas de St.Luke. Un lugar interesante... Liverpool.
Liverpool
Puerto de Liverpool.



4/11/13

Oh là là!

Este pasado mes de octubre volví a París, la ciudad más bonita de las pocas que conozco. No digo que sea mi favorita -ni que no lo sea-, si no simplemente que estéticamente es la más bella que he visitado. Es innegable que la capital francesa (que me recuerda muchísimo a Donosti, por cierto) es increíblemente fotogénica.

He subido a mi galería de Flickr algunas de las fotos que hice (¡más de 1.000 en cuatro días!), pero os dejo aquí algunas de mis favoritas. ¡Espero que os gusten!

Candados en los Puentes de Paris
Los puentes de París están llenos de candados. 

Velas en NotreDame
Velas en NotreDame. 

Museo de Louvre.
Museo de Louvre. 

Panteón, París.
El Panteón. 

Torre Eiffel, París.
No hay nada más majestuoso en París que la Torre Eiffel. 

Torre Eiffel, París.
La Torre Eiffel, hacia el cielo. 

Torre Eiffel, París.
Llega el momento de iluminar la Torre.  

Museo Pompidou
Clave de Sol en el Museo Pompidou.

Anochecer en París.
Según avanza el día, París luce más bonito. Au revoir!

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