Me da una pereza enorme sentarme a ver dos horas de alguna interminable película. Pero, en cambio, soy capaz de invertir toda la tarde de un domingo en verme un episodio tras otro de alguna serie, incluso aunque la haya visto hasta la saciedad. Me llamo Iria, soy serieadicta -leerse con voz de terapia- y no hago ningún tipo de filtro. Cualquier serie me engancha. Como, por ejemplo -leerse con voz de 1,2,3-
Estamos enganchados al 'negocio' de Walter y Jesse. Las dos primeras temporadas han volado, ahora vamos por la tercera. Creo es una de las mejores series que he visto nunca. Me gusta mucho cómo están trabajados los personajes y la evolución de los protagonistas. Cierto es que en ocasiones se me hace un poco lenta. Lo mejor de haber esperado a que estuviera finalizada para verla es poder saltarme los parones entre temporadas. ¡A este paso, habremos visto la serie completa en un par de meses!
En sus dos primeras temporadas el nivel de esta serie me pareció superior a la mayoría de las que he ver. Sin embargo, y como a la mayoría, me está aburriendo en este inicio de la tercera. No veo avances, sólo capítulos de relleno. No obstante, tengo fe en que mejore porque la serie lo merece. Con un argumento muy atractivo y unos protagonistas muy buenos, la palma se la lleva Claire Danes con un personaje lleno de contrastes y matices.
Un culebrón donde los haya, para qué negarlo. Venganza, mentiras, embarazos, hijos que aparecen debajo de las piedras, pobres y ricos... La historia me enganchó muchísimo en una primera temporada de bastante nivel. La serie debió acabar ahí, cuantos más capítulos emiten, más culebrón se convierte. Pero enganchar, engancha.
Para mí, sin lugar a duda, la sitcom por excelencia del momento. No hay ningún capítulo en el que no consigan hacerme reír. Claire, Gloria, Many... y Phill. ¡Y Cameron! Es, además, una de esas series que me llevo a mi disco duro para no cansarme nunca de volver a verla.
5. Cómo conocí a vuestra madre.
Hace ya muchas temporadas que la serie no es lo que prometía en sus inicios (el capítulo de la piña en la primera temporada es épico). La veo ya por inercia, por llegar al final. Pero aquí la evolución de los personajes ha sido pésima y el humor ha acabado por desaparecer. Confieso que en la penúltima temporada llegué a pasar por encima los capítulos pero la palma se la ha llevado el capítulo de la semana pasada. ¡Tardé dos minutos en verlo!
6. The Big Band Theory.
Aunque esta serie perdiera nivel -cosa que me temo que está empezando a hacer-, Sheldon Cooper siempre nos reconciliará con ella. Eternamente agradecida a los creadores de esta serie por regalarnos un personaje como él -del que todos tenemos algo, en mayor o menor medida-. Aquí tenemos otra de esas series de cabecera que consiguen hacerme reír pasen los años que pasen. Larga vida a Sheldon
7. Community.
Épica. Si no te gusta el humor absurdo no te gustará. Pero si no, la adorarás. La serie que más carcajadas me ha provocado. En mi entorno casi nadie me comprende, pero para mí está en el top5 de series.
8. Bones.
Llevo viendo Bones muchos años. Es una serie comodín, cuando no hay nada más para ver en mi calendario, recurro a ella. Hace tiempo que la trama perdió interés, así que puedo verla y no prestarle atención. Los capítulos, que ya son bastante repetitivos, suelen cumplir, así que tampoco la tiro a la basura.
9. Little Liars.
Sí, me enganché cual colegiala a Gossip Girl (y su vestuario) y ahora estoy enganchadísima, cual adolescente a Pequeñas Mentirosas. ¿Qué pasa?
Termino este pequeño listado de algunas de las series que sigo con mis dos series de cabecera: Friends y Gilmore Girls. Dos series que puedo (y suelo) ver de inicio a fin de vez en cuando. Dos series que me engancharon, me divirtieron, me hicieron reír y siguen regalándome todo ello cada vez que las vuelvo a ver. Friends siempre será la mejor serie que haya existido jamás.
Cuando acabe Breaking Bad tengo intención de arrancar con The Newsroom. Aunque tengo una gran lista de pendientes. The Office, The Wire, A dos metros bajo tierra, ... ¿más ideas?