Hacía tiempo que no pasaba por aquí. Lo cierto es que últimamente arrastro una alarmante escasez de minutos dedicados exclusivamente a mí, pero ayer era 20 de abril, el día internacional de los nostálgicos, o uno de los muchos días así que hay al año. Y, como nostálgica empedernida que soy, intenté robarle unos huecos al día para navegar por mares ya muertos.
"20 de abril del 90...Hola chata, ¿Cómo estas? ¿Te sorprende que te escriba? Tanto tiempo es normal...". Sumida en una espiral de comas, punto y comas, puntos y seguidos, puntos y aparte e inicio de nuevos capítulos, a veces está bien detenerse, mirar atrás y recordar aquellos párrafos que un día escribimos en compañía de gente cuyo nombre se escribía por aquel entonces con mayúsculas. Ahora, tiempo después, hemos cambiado de hoja, de bolígrafo, de temas e incluso de soporte. Pero la letra sigue siendo la misma, aunque nos cueste reconocerla. Y en cada nuevo trazo habita un pequeño cachito de las mayúsculas de antaño.
Por ellos, estén donde estén, va este 20 (veintiuno en realidad) de abril del 2009.
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