16/11/09

Dortoken mendean

"Zenbat literatura azaltzeko
beharbada erlojuek baino
mila bider gehiago balio dezakeela
badoan denborak"
Dortoken mendean / Berri Txarrak

3/11/09

El abrazo más dulce

Abrió los ojos a tiempo para ver los primeros rayos del sol colarse por la persiana de su cuarto. Un recuerdo dulce llegó a su mente, los últimos resquicios de un sueño que ya se había esfumado. Era aún temprano, demasiado, pero estaba demasiado exultante como para seguir en la cama durmiendo. Era el primer día que iba a verle en mucho tiempo y sintió el estómago encogerse de los nervios. Recuperó mentalmente las horas de conversaciones telefónicas, de chat, mails, mensajes y demás vías de comunicación que habían mantenido abiertas en este tiempo. No había duda. Sí, hoy era un día feliz.

Horas después su mirada vagaba por el paisaje que el autobús se empeñaba en dejar atrás. Su mente, en cambio, se había embarcado en un viaje en el tiempo. Aleatoriamente saltaba al pasado, al presente y al futuro... a corto y a largo plazo. Se había prometido a sí misma mantenerse firme y no derretirse en sus brazos nada más verle. Pero sabía que no era fuerte y no se daba ninguna opción a si misma. Si algún día había sido orgullosa ya lo había olvidado.

Para ser fieles a la realidad, la duda asoló a su mente. Con un tono de voz similar al de su madre le recordó que él ya le había fallado. Él no sabía de respeto y ella no sería capaz de enseñárselo. El móvil sonó y sus palabras llegaron a tiempo para darle la espalda a esas incómodas dudas. 'Sí, ya estoy llegando'.

Efectivamente, no fue capaz de evitarlo. Se derritió nada más verlo. Había guardado en su memoria cada pequeño detalle de esa mirada, de esa sonrisa y de esos brazos demasiado tiempo. Ahora ya no eran un simple recuerdo. Fue el abrazo más dulce de su vida. A la larga sería el más triste. Porque también fue el último.

10/8/09

De crecer nada

Veinticinco suenan a importantes. Llegan de pronto y no puedes más que sonreír, algo angustiada, cuando todo el mundo te recuerda que es el primer día del resto de tu vida. De esa en la que se supone que tienes que coger las riendas y crecer, ser adulta por fin.

Miras para otro lado. Allí donde viven tus mejores momentos, tus mejores sueños. Y ves unas cuantas manos. No has llegado sola a esos veinticinco y desde ese rincón, tus compañeros de viaje te gritan que nada de crecer por el momento. Queda mucho por vivir aún, mucho por soñar, por disfrutar, por llorar y por reír. ¿Quién dice que somos mayores?

Y empiezas a contar. Veinticinco años han dado para mucho. Tantas cosas que recordar... Y prefieres esperar a que pasen otros 365 días para comenzar a planear aventuras de altos vuelos. De momento, prefieres seguir en la tierra. Eso de crecer puede esperar, al menos, otro año más. Y que te quiten lo 'bailao'.

21/7/09

Un nuevo adiós

Los humanos tendemos a idealizar las cosas. No nos gusta lo que vivimos, lo que tenemos, lo que somos. Por eso aquello que no podemos abarcar se convierte en lo mejor. Un buen ejemplo de ello es la infancia, que tan cautivados tiene a toda la especie humana. Con su aureola de inocencia, felicidad perenne e ingenuidad; y de la mano de figuras como Peter Pan o los Reyes Magos (y sucedáneos), se ha ido configurando un mito en torno a la etapa más tierna de nuestras vidas, que ha acabado idealizada haciendo bueno el refrán de ‘cualquier tiempo pasado siempre fue mejor’.

Sin embargo, por mucho que nos guste creer lo contrario, de pequeños todos o casi todos quisimos crecer rápido y poder hacer ‘cosas de mayores’. Nos sentíamos atrapados en las miles de prohibiciones que nos imponían los adultos. Quedarse despiertos hasta tarde, no ir al cole o incluso ‘comer huevos’, eran nuestras aspiraciones. Obviamente, para poder hacerlas había que crecer. Y cada uno lo hizo a su manera.

Determinar la frontera entre niñez y adolescencia (o como quiera que se le llame ahora a la ‘edad del pavo’) es una tarea imposible. Afortunadamente es muy poca la gente que puede decir en qué momento comenzó a crecer (y digo afortunadamente porque la mayoría de los que sí pueden es por culpa de algún hecho traumático). Yo no soy una de ellas. Lo que sí recuerdo son algunos hechos aislados que me hicieron despertar y enterarme de que fuera de mi pequeño universo, lleno de color, había rincones llenos de horror. Sin necesidad de viajar lejos, además.

Uno de esos hechos fue el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Un acto atroz que pareció, por unos días, semanas, meses incluso, cambiar el curso de los acontecimientos, cambiar la voluntad de políticos y sociedad para cambiar una realidad que dura ya demasiado. Una realidad con la que convivía desde pequeña, pero de la que no fui consciente hasta aquellos días de julio en los que lloré viendo la tele.

El segundo de esos hitos fue la lectura de ‘Las cenizas de Ángela’, una obra donde Frank McCourt recogió con sencillez y sinceridad los detalles de su triste infancia. Ávida lectora, mi biblioteca hasta aquel entonces estaba repleta de libros de aventuras e historietas de adolescentes. ‘Las cenizas de Ángela’ fue prácticamente mi bautismo en obras más serias o adultas, por definirlas de alguna manera. Cuando llegué al punto final de la narración, yo ya no era la misma. Un nudo en la garganta y en ocasiones, lágrimas, me acompañaron por aquel paseo por el horror, el desamparo, el hambre, la tristeza y el frío que había sido la infancia de McCourt y sus hermanos.

He tenido el gusto de leer muchos libros más desde entonces. No es que ‘Las cenizas de Ángela’ sea mi libro favorito. Pero sí uno de los más especiales para mí. Es, y siempre será, ese libro que me marcó como ningún otro lo puede hacer. Anoche me desperté con la noticia del fallecimiento de Frank McCourt, quien después de viajar a EE.UU. de joven, tal y como relata en sus obras, se fraguó, con paciencia y trabajo, una vida mucho mejor que la que había tenido. Si las palabras siempre se quedan huecas, mucho más cuando son para despedir a un escritor. Descanse en paz.

16/6/09

Ella

"(...) mueve un poco la cabeza a un lado y a otro, como si fuera tarareando algo, y desde luego hay ritmo en sus pasos, cierta levedad en su forma de moverse, y digo para mis adentros: Esta chica es feliz, está contenta de vivir y andar por la calle en este fresco y soleado día de principios de primavera(...)".

"(...)Pero se distanciaba de cuando en cuando, a veces justo en plena conversación, y se quedaba mirando al espacio con aquella expresión soñadora en los ojos, y era como si ya no me conociera. Al principio creía que se quedaba absorta en sus pensamientos o sumida en algún recuerdo, pero cuando finalmente le preguntaba lo qué se le pasaba por la cabeza en esos momentos, sonreía y contestaba: Nada (...)".
Un hombre en la oscuridad / Paul Auster

18/5/09

Hasta siempre

Puede que con el paso del tiempo los días así no sirvan más que para llenar las efemérides de los periódicos, o como excusa para homenajes llenos -la mayoría- de pedantería y pretensión.

Pero lo cierto es que en días así parece que el Mundo es un lugar un poco más -aún- triste y oscuro. La ausencia una mañana de una de esas almas gigantes que ha sido maestra en reflejar con su pluma las ilusiones, las esperanzas, las desilusiones propias y ajenas, hace, sin duda, algo más díficil sonreír.

Puede que, con el paso del tiempo, recordemos que las mentes como las de Mario Benedetti no mueren jamás, porque habitan mucho más allá de su obra, en el sentir, en las lágrimas y en el recuerdo de las miles de personas que se han sentido identificadas o a las que el maestro ha llegado, alguna vez, con alguna de sus palabras.

Yo me quedo ahora con unos versos que me marcaron desde el mismo momento en el que los descubrí -o me los descubieron-, y que forman parte de mí desde unos pocos meses después, cuando los redescubrí.

TÁCTICA Y ESTRATEGIA

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites


¡Gracias y hasta siempre!

12/5/09

Bizigabe utzitako une bakoitzari...

Herri ikustezin hontan itzalekin jolasten, neu izaten saitzen, geroa margozten... Nire ezintasun denak behin da berriz kantatzen. Egunsentia, bide hau sentitzen. Denok ez dugu berdin kontatzen istoria. Zaia da ulertzea bestearen egia. Baina kantatu nahi dut zapalduen olerkia, estalita duten samin guztia.

Ohe hutsei,
amaren malkoei,
lapurtzen diguten denbora iheskorrari,
burdin hotsei,
aitaren beldurrei,
sufritzen dugunoi

Txikitatik entzuten zer izan behar garen, indarrez inposatuz zer maitatu behar den. Baina kantatu nahi dut zapalduen olerkia estalita duten samin guztia.

Lagun minei,
bakardadeari,
bizigabe utzitako une bakoitzari,
izan zirenei,
gaur garenari,
izango direnei

Esaidazu maitea dena aldatuko dela, bihar ere nirekin egongo zarela, eta ondorengoek ez dutela sekula kantu hau kantatuko malkorik botako, esan maitea. Esan laztana, entzun nahi dudana. Esan laguna...

Istripuei,
berri txarrei,
bidean galdu ditugun lagun guztiei,
gugatik dena eman dutenei,
askatasun haizeari,
zuei,
haizeari,
zuei, zuei, zuei


(Zapalduen olerkia / Ken Zazpi)

3/5/09

Día internacional de la libertad de prensa

Desde el sofá de mi salón es muy fácil ser defensora de causas perdidas, es muy sencillo e incluso muy goloso reivindar, un día al año, la pérdida de derechos fundamentales en un mundo cada vez más inhumano y más agresivo, en el que poco a poco la mal llamada humanidad devora a su crías y en el que cada vez son más cosas las que tienen que cambiar para que el futuro sea posible.

Supongo que por eso, para nosotros, 'revolucionarios' de pacotilla, quejosos de sofá, están hechos estos días, tan manidos, tan falsos, tan llenos de clichés, tan vacíos de intenciones reales. Tenemos el día del niño, tenemos el día del sida, tenemos el día del cáncer, tenemos el día del trabajador, tenemos el día de la mujer trabajadora, etc. Llenos de propósitos con fecha de caducidad que nos hacen sentirnos mejores personas cuando seguimos ignorando, en la mayoría de las ocasiones, el verdadero problema. Tenemos más lazos que colores y tenemos la boca llena de palabras para salvar un mundo que parece interesarnos bien poco.

Hoy, además del día de la madre, es el día de la libertad de prensa, una “festividad” que pasa de puntillas, escondiendo una más que vergonzosa realidad. En lo que va de año han muerto ya 18 periodistas, y casi 150 han sido encarcelados por tratar de contar a la humanidad verdades que no interesan a casi nadie. Y en pleno siglo XXI, según dice hoy Reporteros sin Fronteras, la libertad de prensa retrocede de un modo alarmante bajo el amparo de gobiernos 'liberales', 'constitucionales' y 'democráticos'.

Y es que la del periodista es una profesión denostada. Por falta de calidad, y por falta de libertad. Por falta de credibilidad, por falta de objetividad. Ni está valorada ni, en muchas ocasiones, se hace valorar. Y porque, precisamente por la importancia de su cometido, se ha convertido en esclava de intereses políticos, económicos y comerciales que buscan en ella una herramienta de control. Y para ello, se llevan por delante a qué y quien sea.

Hoy, desde aquí, mi homenaje a todos esos profesionales de la comunicación que tratan de ser libres en el mundo de las palabras. O como reza el título de este blog: Hitzen munduan mugitzen gara aske izan nahian, kaiolan librek garela ezin onartu

21/4/09

20 de abril

Hacía tiempo que no pasaba por aquí. Lo cierto es que últimamente arrastro una alarmante escasez de minutos dedicados exclusivamente a mí, pero ayer era 20 de abril, el día internacional de los nostálgicos, o uno de los muchos días así que hay al año. Y, como nostálgica empedernida que soy, intenté robarle unos huecos al día para navegar por mares ya muertos.

"20 de abril del 90...Hola chata, ¿Cómo estas? ¿Te sorprende que te escriba? Tanto tiempo es normal...". Sumida en una espiral de comas, punto y comas, puntos y seguidos, puntos y aparte e inicio de nuevos capítulos, a veces está bien detenerse, mirar atrás y recordar aquellos párrafos que un día escribimos en compañía de gente cuyo nombre se escribía por aquel entonces con mayúsculas. Ahora, tiempo después, hemos cambiado de hoja, de bolígrafo, de temas e incluso de soporte. Pero la letra sigue siendo la misma, aunque nos cueste reconocerla. Y en cada nuevo trazo habita un pequeño cachito de las mayúsculas de antaño.

Por ellos, estén donde estén, va este 20 (veintiuno en realidad) de abril del 2009.

5/3/09

Un camino

Sintió que el corazón le fallaba. Y se sintió perdida.
Trató de encontrar el camino de regreso a aquel lugar donde un día fue protagonista, donde fabricaba sonrisas y donde la soledad era una opción pasajera.

Y entonces recordó el camino de palabras que él le tendió para cuando quisiera regresar.

12/2/09

Hitzik gabe

Este blog nació para dar cabida a palabras. Robadas, escuchadas, prestadas, improvisadas, buscadas.... Palabras, que tanto me han gustado siempre. Sin embargo en los últimos dos días me he quedado sin ellas. Es lo que tienen las decepciones, que suelen dejar a uno con la boca abierta.

No me gusta la hipocresía. Tampoco la estupidez, la falta de miras, la irracionalidad y la escasa inteligencia. Y muchísimo menos las injusticias. Sé que yo misma habré caído en ellas una y otra vez, al fin y al cabo soy humana. Pero de los errores hay que aprender a salir.

Esta semana me he llevado una profunda decepción de un grupo de personas que se ha movido por un orgullo herido, por una falta de autocrítica, por una grave ausencia de sentido común y de sentido del humor. Un grupo de personas carente de sinceridad, ni para con los que le rodean, ni siquiera consigo mismo. Un grupo de personas tan irracional capaces de acusar a los demás por actuar tal y como ellos lo hacen. Y peor aún, capaces de cometer una enorme injusticia, actuando de la manera contraria a la que ellos mismos promulgan.

La decepción la suaviza el hecho de que a muchas de esas personas nunca las tuve en alta estima. Su paso por mi vida no me enriqueció demasiado. Pero entre ellos han conseguido herir a una persona de gran valor y que, sobre todo, creía en ese grupo y en lo que representaban. La decepción la acrecienta el lugar que ocupan en esta sociedad, puesto que pertenecen a un colectivo para mí vital en este mundo, de un gran valor y al que, en líneas generales, profiero un gran respeto.

Gracias a dios, en todos los casos siempre hay honrosas excepciones. Me alegra ver que las personas en las que confié, las personas de las que conocía su valor, esas personas en las que ha día de hoy sigo creyendo, siguen siendo igual de valiosas. Hay esperanza en el mundo, al fin y al cabo. Ahora sí podemos decir que en muchas ocasiones el aprendiz supera al maestro.

10/2/09

Burua galtzen hasi naiz...

Hay canciones por las que el tiempo no pasa. Y si un día, sin querer, te las vuelves a encontrar, vuelves a enamorarte de ellas. Por distintos motivos, con distintos momentos que acompañar, pero con la esencia de siempre.

23/1/09

Bizi ala iraun?

El paro llega al 14%. Han violado a una mujer en Donosti. Han detenido a un joven por el presunto asesinado de sus padres en Valencia. Expulsan a tres niños por insultos a su profesor en Internet. Tirotean una guardería en Noruega. Al Qaeda asegura que se vengará por la matanza en Gaza. Media África muere de hambre, desnutrición o pandemias. La otra media muere por culpa de las armas. Más juicios y condenas por corrupción. Encuentran el cádaver de un hombre en una maleta. Terrorismo y política. Ilegalizaciones de partidos. Condenadas a muerte dos personas en China por presunta implicación en la venta de leche adulterada. Microsoft despidirá a cinco mil personas en el próximo año. La situación económica empeorará en los próximos meses...

"Albisteek, berri guztiek, berri gehienek, hortzak erakusten dioten zorionari,
zorion apurrari: Sanzek ezetz, ezetz euskarari, hiru palestinar zulora, Real Madrilek gola,
arma tiro pum, atxilotu lotuak edonun... Eta galdetzen dut zer ote den hau, bizi ala iraun?"

(Biziraun / Berri Txarrak)

15/1/09

Obabakoak. Bernardo Atxaga

Anoche terminé de leer 'Obabakoak', y en plena resaca de lectura, aún no sé muy bien qué sensaciones ha dejado en mí. Tengo que decir, antes de nada, que este libro llevaba años en mi lista de lecturas obligadas y deseadas pero ha tardado en caer en mis manos. Podríamos decir que se trata de una novela 'atípica', aunque estaríamos mintiendo. Primero porqué no sé si debería considerarse novela a un libro que en realidad, es una recopilación de historias diversas que aparentemente sólo tienen en común el escenario donde ocurren, una pequeña localidad llamada Obaba. Y segundo porque, obras de cuentos e historias entrelazadas hay ya unas cuantas.

Como fuere, lo cierto es que 'Obabakoak' ha dejado en mi sensaciones opuestas. Me ha maravillado el estilo de su autor, Bernardo Atxaga, tendiendo hilos entre historias, narrando hechos, y con una gran capacidad de transmitir al lector a lugares, épocas y hechos desconocidos.

Respecto al libro en sí, algunas de las historias narradas me han dejado indiferente. Otras, en cambio, me han maravillado. Entre estas últimos destacan casi todos los cuentos, en especial "El criado del rico mercader" y las historias "En busca de la última palabra" y "Nueve palabras en honor del pueblo de Villamediana".

En general, diría que es una lectura más que recomendada (ahora me obligo a mí misma a leerlo en euskera), para gozar del arte de Atxaga (del que hasta el momento había leído sólo Memorias de una vaca y El hijo del acordeonista, siendo el segundo uno de los libros que más me han gustado en los últimos años) entrelazando los distintos relatos y haciendo un guiño al lector entre historia e historia consiguiendo que, a pesar de su independencia entre sí, constituyan en su totalidad una obra con sentido de principio a fin.

12/1/09

El criado del rico mercader

Érase una vez, en la ciudad de Bagdag, un criado que servía a un rico mercader. Un día, muy de mañana, el criado se dirigió al mercado para hacer la compra. Pero esa mañana no fue como todas las demás, porque esa mañana vio allí a la Muerte, y porque la Muerte le hizo un gesto.

Aterrado, el criado volvió a la casa del mercader.

- Amo – le dijo- déjame el caballo más veloz de la casa. Esta noche quiero estar muy lejos de Bagdag. Esta noche quiero estar en la lejana ciudad de Ispahán.
- Pero ¿por qué quieres huir
- Porque he visto a la Muerte en el mercado y me ha hecho un gesto de amenaza.

El mercader se compadeció de él y le dejó el caballo, y el criado partió con la esperanza de estar por la noche en Ispahán.

Por la tarde, el propio mercader fue al mercado, y, como le había sucedido antes al criado, también él vio a la Muerte.

- Muerte – le dijo acercándose a ella -, ¿por qué le has hecho un gesto de amenaza a mi criado?
- ¿Un gesto de amenaza? –contestó la Muerte -. No, no ha sido un gesto de amenaza, sino de asombro. Me ha sorprendido verlo aquí, tan lejos de Ispahán, porque esta noche debo llevarme en Ispahán a tu criado.

(Recogido por Bernardo Atxaga en Obabakoak)
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