5/3/13

Nueva etapa

Hoy es, oficialmente, mi primer día en paro. Digo oficialmente porque hoy he realizado la visita de rigor al INEM, después de los días de vacaciones que me correspondían de año y tal hasta dar por cerrado el contrato.

Nunca he sentido tanta necesidad de escribir y tan poca idea de cómo hacerlo como esta última semana. Es frustrante. Quizás debería empezar justo por ahí, por la frustración, mi más fiel compañera en el último mes. Frustración por sentir que te vas por la puerta de atrás, frustración por saber que hay quien no ha querido darle valor a tu trabajo, frustración por llegar querer dejar un empleo que te ha hecho feliz, frustración por tener la sensación constante de estar viviendo un adiós precipitado y acelerado a una relación de seis años.

Pero también podría escribir sobre el orgullo. Ése que te reconcilia contigo misma, ése que te asegura que es mejor arrepentirse de lo hecho que de lo que no osamos a hacer, ése que te recuerda que tu cabeza está en consonancia con tu corazón. De ese orgullo que te embarga cuando alguien pretende acusarte de considerar amigos a tus compañeros. Ese orgullo que te llena cuando recuerdas esos abrazos acompañados de sinceros "para lo que quieras". Ese orgullo que te pellizca cuando recuerdas con nostalgia a los que echarás de menos. Orgullo de descubrir quién soy en la huella que he sido capaz de dejar en los demás.

Aunque aún es pronto para saber por dónde se liberará el torrente de sentimientos. Liberación, felicidad, paz, tranquilidad. Pena, nostalgia, tristeza. Una mezcla de lo bueno (originado por el trabajo y los compañeros que dejo atrás) y lo malo (que provoca el alivio de salir de un ambiente envilecido por los que mandan, por la libertad que da el no tener que tratar con incompetencia e hipocresía a la vez). Pero todo ello comandado por una sensación genial: ilusión. ILUSIÓN. I L U S I Ó N.

Y es que sólo puedo mirar al frente. Y es que siento que estoy ante una nueva etapa. Y es que creo que los cambios siempre son para mejor.

Continuará....

3 comentarios:

Juan Rodríguez Millán dijo...

Me encanta esa actitud. Suelo decir que sin ilusión no somos nada, así que me gusta mucho leer que no la has perdido a pesar del revés laboral. Sé lo que se siente al querer dejar un trabajo en el que se ha sido muy feliz, así que te mando toda la comprensión del mundo. Y mucha suerte, ojalá la tengas y encuentres algo pronto.

Por cierto, no sabía que tenías un blog y me alegro de haberlo descubierto...

Robert dijo...

Mucho ánimo para esta nueva etapa y, como dices, otra cosa no, pero ilusión no puede faltar nunca ;)

Unknown dijo...

Gracias a los dos por vuestros comentarios. No pienso perder la ilusión, nunca. :)

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