21/7/15

Visitar Berlín (II)

> Visitar Berlin (I)

Berlín exhibe la Segunda Guerra Mundial. Aquella locura alemana que impactó al Mundo entero. Pero también exhibe el Muro de Berlín. Esa otra locura ajena que impactó a Berlín entero. Ambas con mucho respeto y sobriedad. 

Lo cierto es que hay más restos del Muro de Berlín de lo que pensaba. Una llega a la capital alemana con esos trozos de cemento decorados con graffitis en la cabeza pero hay mucho más. Uno de los imprescindibles de la ciudad es el Checkpoint Charlie, una parafernalia que recuerda la vieja garita de control en la frontera entre la zona soviética y americana y donde ahora dos ¿guardias? se fotografían con los turistas con el McDonald's como convidado de piedra. 

El East Side Gallery -la zona del muro con graffitis- es visita obligatoria. Empieza justo al lado del precioso puente Oberbaum y se prolonga por más de un kilómetro. Hay auténticas obras de arte y también la evidencia de las miles de personas con nulo respeto por el arte que han pasado dejando sobre las creaciones sus nombres, fechas y garabatos varios estropeándolos en su mayoría. 

Junto a la Topografía del Terror hay más restos originales. En algún punto del mapa entre las paradas de metro de Schwartzkopssstr. y Hauptbahnhof encontramos otro par de tramos sueltos (incluso alguno daba la sensación de abandonado) junto a una vieja torre de guardia francesa -en medio del jardín de una zona residencial-. Pero sin duda, el mejor recuerdo está en el Memorial del Muro en Bernauer Str. Fotografías de la época, vídeos de la construcción e intentos de huída, trozos del muro real, una torreta de vigilancia, audios (en alemán e inglés), etc. Una visita muy didáctica que coincide no sólo con la localización original del muro si no también con las 'casas muro', aquellas que quedaron casi en el limbo y desde donde a la desesperada se lanzaban muchos al vacío. Una visita que muestra la evolución de la zona mientras se desahuciaron, tapiaron y demolieron edificios para aumentar la zona de seguridad.

Graffiti de un tramo de la East Side Gallery


El otro Berlín
Evidentemente, hay mucho Berlín que no es el Muro o el Tercer Reich. Uno de los puntos más destacados es el Reichstag y la visita a su espectacular cúpula. Os cuento: Si tenéis previsto ir a Berlín reservad la visita online, es mucho mejor. ¡Pero con tiempo! Nosotros nos enteramos de esta posibilidad la semana antes de viajar a Berlín y estaban agotadas. Así que nos tocó hacer la cola más lenta del mundo entero durante una hora (y apenas un centenar de personas por delante) para conseguir una reserva para el anochecer. Eso sí, una odisea que mereció la pena. La cúpula es sencillamente espectacular. Sin tener ni la más mínima idea de arquitectura disfruté muchísimo del juego de luces al anochecer a través de los cristales y espejos que Norman Foster usó para construir la nueva cúpula del Recihstag. Y de las vistas. Y de la cámara de fotos. Por cierto, sí, también éste es un edificio de tamaño gigante.

Y más vistas contemplamos desde la Torre de Televisión en Alexanderplatz, una de las grandes creaciones de la RDA. Nos gusta subirnos al punto más alto de la ciudad que visitamos (bueno, a mí más que a otros), aunque quizás Berlín desde arriba no sea tan impresionante como otras capitales.

La Isla de los Museos alberga unos enormes edificios bellísimos que cobijan diversos museos. Nos recomendaron -personas, guías, blogs, etc.- la visita al Museo del Pérgamo que recoge vestigios de civilizaciones antiguas pero os confieso que salimos muy defraudados. Un edifico gigante con una colección pequeña. La Puerta de Ishtar y la Puerta del Mercado de Mileto son impresionantes, sí, pero salimos con la sensación de haber pagado un precio que no merecía el Museo... Recién restaurado y viéndolo posteriormente en Internet, parece que no toda la colección del museo estaba accesible aquel día (pero el precio sí era el completo).

¡Por cierto! Llegué a Berlín con el encargo de adivinar qué son esos gigantes tubos rosas o azules que atraviesan -por doquier- la ciudad y lo conseguí: Al ser Berlín una ciudad construida sobre zona pantanosa es necesario dragar antes de edificar... ¡y la ciudad entera está en obras!

¡Berlín en obras!
Pasearas por donde pasearas no podías dejar de sentir que Berlín es una ciudad con mucha libertad y con una marcada identidad. Graffitis, diseño, arquitectura vanguardista, bares alternativos, techno… Todo en una convivencia pacífica que hace de esta ciudad diferente a las demás. En uno de esos paseos descubrimos uno de esos bares a la orilla del río que habíamos ojeado en Pinterest y… Bueno, muy bonitos de ver pero un tanto extraños para consumir. Con deciros que había ‘seguratas’ para entrar al bar, que estaba prohibido hacer fotos, que la música techno resonaba a las cinco de la tarde y en medio de la estructura de cabaña había un tramo supuestamente original del Muro de Berlín…

Hay que destacar la amabilidad de los berlineses -se acercaban a ayudarte si te veían con un plano en la mano-, su civismo y su gusto por el diseño (en cada esquina, en cada local comercial, en cada edificio, en cada terraza, en cada oficina…). Y es que en Berlín aman el diseño… y las bicis.

En definitiva, Berlín es única, un oasis de ciudad cargada de historia y de vida.

Bares a la orilla del río
> Mis fotos de Berlín en Flickr

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