Perdemos el tiempo pensando en aquellas cosas que nos gustaría hacer pero no hacemos por falta, precisamente, de tiempo. El miedo y la comodidad nos impiden avanzar y convertir nuestras ideas en proyectos, nuestro futuro hipotético en presente. Ahora es el momento de arriesgar; para dar marcha atrás siempre habrá un momento. Ahora es el momento de invertir: nuestro tiempo en nuestros sueños.
Y es que si siempre quisimos hacerlo, no hacerlo es absurdo. ¿O no?
1 comentario:
Amen
Publicar un comentario